Desde que en 1948 la península se dividió en Corea de Sur y Corea del Norte, claras diferencias se pueden observar en los estilos de vida de sus habitantes. Esta fecha no solo inició una frágil y hostil relación entre ambos territorios, sino que también se marcó una profunda diferencia entre la cotidianidad de surcoreanos y norcoreanos.
El fotógrafo Dieter Leistner pretende demostrar estas diferencias. En 2006, este alemán tuvo la oportunidad y el permiso oficial para fotografiar espacios públicos en Pyongyang (Corea del Norte) y en 2012, Leistner visitó Seúl (Corea del Sur), donde buscó y encontró lugares similares con una sensación muy diferente.
“Hasta 1989, los alemanes y coreanos sufrieron la misma suerte de vivir en una tierra dividida. Las razones históricas de la separación de Alemania en Este y Oeste y Corea en Norte y Sur son muy diferentes y por lo tanto difíciles de comparar. Sin embargo, las numerosas similitudes de la división de Corea (la segregación de sus ciudadanos, el desgarro sufrido por las familias separadas, el sufrimiento de aquellos que intentaron escapar) hace casi imposible para los alemanes visitar Corea sin pensar en las propias experiencias de su país”, señala en el libro donde recopila estas imágenes.
Esta obra fue creada como parte de la exposición “El Poder de Corea: Diseño e Identidad” que se realizó en el Frankfurt’s Museum Angewandte Kunst en agosto de 2013.