El descenso inesperado de una nave de Pegasus Airlines, en un aeropuerto de la ciudad de Estambul, se produjo por la amenaza de uno de los pasajeros, quien decía que tenía una bomba.
El pasajero -de nacionalidad ucraniana- señaló que tenía un artefacto explosivo a bordo con el objetivo de desviar el vuelo y así aterrizar en la localidad rusa de Sochi, sede de los Juegos Olímpicos de Invierno 2014.
"Mientras que el avión estaba en el aire, uno de los pasajeros dijo que había una bomba a bordo y pidió desviar la aeronave para no aterrizar en el aeropuerto de Sabiha Gokcen (Turquía), sino en Sochi", declaró Habip Soluk, subsecretario del Ministerio de Transporte.
El aterrizaje del avión, el cual procedía de Ucrania y tenía a 110 pasajeros, se dio después de que el piloto envió una alerta de secuestro, por lo cual un caza de la fuerza aérea turca lo alcanzó y escoltó.