La Primera Guerra Mundial es uno de los episodios más trágicos en la historia de la humanidad, tanto que sus heridas aún siguen abiertas y más en aquellas personas que viven en donde murieron miles de soldados y civiles a causa del enfrentamiento bélico.
Este es el casao de Peio, una localidad de 1,900 habitantes dentro de la provincia italiana de Trento, quienes tienen que convivir con los fantasmas de los soldados que cayeron en sus montañas, ante el poder de sus enemigos.
Este localidad fue uno de los escenarios de la llamada Guerra Blanca, entre 1914 y 1915, una de las más crueles del conflicto armado, sobre todo por las condiciones meteorológicas extremas a las que se enfrentaron los combatientes. Casi 750,000 soldados italianos perdieron la vida.
Sin embargo, hoy muchos de los restos de estos soldados quedaron al descubierto, tras el continuo derretimiento de los glaciares que se viene registrando desde la década de los 90’. Es así que se han hallado cartas, diarios de los soldados, elementos de su uniforme o incluso las armas que utilizaron. Autoridades creen que según avance el deshielo más cuerpos irán desapareciendo.
