La peruana acusada de fraude bancario y que figura en la lista de los más buscados por el FBI, Rosita Milagros Pino, habló desde la clandestinidad, y solicitó al gobierno de Estados Unidos a mostrar pruebas que demuestre que incurrió en ese delito.
Nuestra compatriota, también conocida como Rosita Vílchez por el apellido de su esposo, detalló en una entrevista que ella es exenta de culpa. “Que me presenten una prueba en mi contra, no un testimonio, eso no sirve. Que me digan a quién estafé y cómo. ¿Dónde está mi firma y letra?”, insistió.
Según detalló, la pena que le correspondería por el citado delito es cadena perpetua. El FBI ofrece 6 mil dólares por información de su paradero. No obstante, Vílchez asegura que está a buen recaudo hace 11 meses por recomendación de sus abogados.