En Estados Unidos, gran alarma causó el anuncio de la primera arma de metal que funciona con piezas creadas en una impresora 3D. La pistola esta compuesta por 30 partes, cada una de ellas, con excepción de los resortes, está hecha a partir de tecnología de soldadura láser de metal (DMLS, por sus siglas en inglés).
"Nuestros peores temores se han hecho realidad, ya que fue posible comprobar el efecto que esas armas pueden producir. Son potencialmente peligrosas como cualquier otra arma habitual", declaró la policía de Estados Unidos, que además explicó que las armas imprimidas no tienen las normas de seguridad y de control de calidad que tienen las armas comerciales.