Robert Bales, ex sargento estadounidense, admitió haber asesinado a 16 civiles en el 2012 durante su estancia en el país asiático. El tribunal de Justicia Militar sentenció a Bales a cadena perpetua sin posibilidad de solicitar libertad condicional.
El soldado norteamericano se declaró culpable de más de 30 cargos criminales, incluyendo 16 cargos de asesinato premeditado. Al admitir su culpabilidad el hombre de 39 años evitó la pena de muerte.
El jurado compuesto por seis militares deliberó por casi dos horas antes de anunciar el fallo que muchos consideran como benévolo. Este hecho marcó el peor caso de muerte de civiles provocadas por un soldado norteamericano desde la Guerra de Vietnam.
