El cura de la Archidiócesis de Boston, Arthur Coyle, fue detenido por mantener relaciones sexuales con una prostituta en el exclusivo cementerio de Lowell, ubicado en las afueras del estado de Massachusetts.
El sacerdote debió pensar que en un sitio tan tranquilo y discreto no sería descubierto, sin embargo, las autoridades de Lowell sorprendieron a clérigo con la mujer en el campo santo, gracias a la información proporcionada por el vigilante.
Coyle fue trasladado de inmediato a la comisaría, donde pasó una noche en el calabozo y pagó una fianza de US$500 para poder salir de la cárcel, decenas de periodistas llegaron a la sede policial, pero el prelado logró escabullirse ayudado por su hermana.
Ahora está a la espera de juicio por escándalo público y por haber solicitado los servicios de una meretriz, un delito en Massachusetts. Según reveló la prostituta a las autoridades, no era la primera vez que el cura requería de sus servicios sexuales.
El sacerdote ha desaparecido de la vida pública y su Archidiócesis emitió un comunicado en el que indicaba su relevo inmediato del cargo, puesto otorgado por el papa Benedicto XVI en diciembre de 2012 como premio a su gran labor pastoral.
