Las cajas negras del avión de la aerolínea Asiana, que hizo un aterrizaje forzoso en San Francisco y dejó dos personas fallecidas y decenas de heridos, fueron recuperadas por agentes de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés).
El presidente de Asiana, Yoon Young-doo, dijo este domingo conferencia de prensa en Seúl que las dos víctimas fatales eran dos adolescentes chinas, y el microblog de la empresa las identificó como Ye Mengtuan y Wang Linjia, ambas de 16 años de edad y estudiantes de la escuela intermedia Jiangshan.
De los 291 pasajeros y 16 tripulantes a bordo del Boeing 777, al menos 49 sufrieron heridas graves que incluyen fracturas y quemaduras y fueron llevados a hospitales en el área de la Bahía de San Francisco.
Después de un vuelo de unas 18 horas el avión ya tenía menos combustible y quizá ello contribuyó a que el fuego no haya sido mucho peor. La cadena NBC indicó que el piloto del avión no alertó de problema alguno antes del aterrizaje, que ocurrió en condiciones meteorológicas favorables, con cielo parcialmente nublado y vientos suaves.
Según la misma fuente, un portavoz del aeropuerto de San Francisco indicó que un componente del sistema de instrumentos para aterrizajes de la terminal aérea que detecta y rastrea los aviones cuando planean hacia la pista no funcionaba.
“Bajamos demasiado, demasiado pronto”, dijo al diario ‘Los Ángeles Times’ uno de los pasajeros, Benjamin Levy, quien por la ventanilla vio junto a su asiento los muelles de la bahía y pensó que estaban demasiado cerca del avión.
Este sábado, el vuelo 214, procedente de Shanghai y con escala en Seúl, terminó trágicamente en la pista 28 del aeropuerto, 20 kilómetros al sur de San Francisco.