Los medios de comunicación afirmaron que el gobierno de Dilma Rousseff ha desplegado agentes de inteligencia para seguir a través de Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp, el movimiento de los manifestantes. Esta decisión fue tomada tras las constantes protestas por el alza de los precios del transporte público y por el gran financiamiento de Brasil en la organización de la Copa Confederaciones al igual que al Mundial del 2014.
En los últimos meses el personal de la Agencia Brasileña de Inteligencia-Abin y otras agencias de inteligencia fueron trasladados a la seguridad de la Copa Confederaciones, abandonando otras aéreas. Los informes de los organismos tratan de anticipar el guión y el tamaño de las protestas, infiltración de los grupos políticos e incluso supuesta financiación de los acontecimientos.
Estos hechos han generado la indignación en el pueblo carioca que siente que su intimidad ha sido violada por las autoridades de su país. Según los medios brasileños en los últimos días los chats de facebook han estado fallando y se especula que se debe a la intervención del Abin.
