Los enardecidos habitantes de la localidad de Colquechaca enterraron vivo a un joven de 17 años. Santos Ramos Colque era sospechoso de haber violado y asesinado a una mujer de 35 años el pasado domingo, según informó la AP.
Lo mantuvieron maniatado durante el velorio de la mujer para luego llevarlo hasta el cementerio donde sepultarían a la víctima. El joven fue arrojado a la fosa y encima colocaron el féretro para después echarle tierra encima.
La policía y los fiscales no pudieron llegar antes que el joven falleciera debido a que el camino fue bloqueado por los mismos pobladores. Las autoridades informaron después que lograron identificar a Ramos como el posible autor del asesinato, sin embargo, los indígenas decidieron tomar la justicia por sus manos.
Mientras, en una población vecina, dos ladrones acusados de haber robado un auto y asesinado al chofer unos días antes fueron lapidados y quemados vivos por la turba. Las fuerzas del orden indicaron que estos actos son comunes en regiones donde se toman la justicia por su mano pues no reconocen el sistema judicial.