La base-jumper profesional, Wioletta Roslan, realizó el que fue su último salto en los Alpes Suizos, luego que su paracaídas fallara en el momento en que saltó hacia al vacío.
Wioletta ya tenía más de 600 saltos y esta era la última vez que iba realizar temerosa hazaña. Con 37 años y embarazada se preparaba para dejar este deporte extremo, lamentablemente el destino hizo que entregara su vida entera a esta actividad.
Junto con su novio Aleksander Domalewski, saltó desde su punto favorito, en Via Ferrata. Al ver que su paracaídas iba fallar, la deportista esperó el impacto final con los brazos abiertos, posiblemente entregándose a la muerte con el espíritu de libertad que siempre la caracterizó.
“Sólo me siento verdaderamente viva cuando salto. La vida normal es un poco aburrida. Sé que la muerte vuela conmigo pero sólo tenemos una cierta cantidad de tiempo en este planeta”, declaró en una entrevista el 2009.