Sesenta estudiantes de la Universidad de Harvard fueron sancionados al descubrírseles plagiando en un examen final. Lo que llamó la atención de los profesores fueron las respuestas casi idénticas en dicha prueba, por lo que se inició una investigación.
"Casi la mitad de los estudiantes en una clase de más de 250 son sospechosos de copiar de manera conjunta y de intercambiar respuestas", dijo Jay Harris, decano de Harvard.
Se evidenció que los alumnos habían falsificado los trabajos de sus compañeros de clase. En consecuencia, algunos estudiantes fueron expulsados por un año y otros recibieron sanciones disciplinarias para advertir a los demás de las consecuencias del incumplimiento de las normas educativas.
