Este año, miles de noticias sobre el fin del mundo han recorrido los medios anunciando terribles catástrofes apocalípticas. Con seguridad, la más comentada de todas es la que hace referencia al misterioso calendario maya, el cual, según algunos, marca como fecha final el próximo 21 de Diciembre.
De ser así, ¿Cómo acabará el mundo? No lo sabemos, pero a continuación les aclaramos qué eventos no serán parte ni motivo del "día final", ya sea en unas semanas o en algún futura lejano.
El choque con otro planeta
Esto no sucederá, mucho se ha hablado de un planeta llamado Nibiru o Planeta X, que, según algunos, impactará con la tierra, destruyéndola. Este evento simplemente no sucederá porque tal planeta ¡no existe! Este es uno de los engaños más grandes y absurdos acerca del 21 de diciembre. Un planeta así en nuestro sistema solar habría sido conocido desde hace mucho tiempo. Además, a estas alturas, ya lo tendríamos encima y sería perfectamente visible a simple vista.
El impacto de un gigantesco asteroide
Esta posibilidad ya la hemos escuchado varias veces, quizás es la más representada en los filmes apocalípticos. Sin embargo, tampoco saldrá en las noticias de diciembre. Los astrónomos de la NASA tienen un completo programa de seguimiento de la trayectoria de los asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra y no han observado ninguno que pueda ser tan amenazador como el que aniquiló a los dinosaurios hace 65 millones de años.
Una llamarada solar que derrita la Tierra
¿Puede el Sol lanzarnos una llamarada que acabe con la Tierra? La propia NASA elaboró hace años un informe en el que se ponía en el peor de los casos y que suponía una catástrofe mundial. Sin embargo, el Sol alcanzará su máxima actividad a finales de 2013 o a principios de 2014, no en 2012 y ni siquiera entonces tendrá la suficiente energía para enviar un latigazo de fuego desde 93 millones de millas que pueda destruir la Tierra.
Inversión de los polos magnéticos de la Tierra
Una reversión geomagnética es un cambio en la orientación del campo magnético terrestre de forma que se intercambien las posiciones del polo norte y sur magnético. En realidad, estos eventos pueden durar de cientos a miles de años, y nada indica que tenga que suceder, exactamente, dentro de unos días. Es improbable que ocurra en unos milenios y, hasta donde se conoce, no tiene porqué causar daños a la vida en la Tierra.