Una ola de ataques perpetrados el domingo causó la muerte de un centenar de personas en la capital iraquí y 223 resultaron heridas, según el último balance difundido por la Policía.
Los atentados fueron efectuados en barrios chiitas de Bagdad, la capital, como Ciudad Sadr, y en las norteñas localidades de Taji y Kirkuk.
Hasta el momento ningún grupo reivindicó la autoría, pero las fuerzas de seguridad iraquíes apuntan a la filial de Al Qaeda en Iraq, conformada principalmente por sunnitas.
Los ataques, que se produjeron durante el mes de ayuno islámico de Ramadán, reflejan la intensificación de la violencia en algunas partes del país, siete meses después del retiro de las últimas tropas estadounidenses.