El ataque se registró frente a la sede del Ministerio de Sanidad, local que quedó destruido. Bajo sus escombros hay gran cantidad de personas, por lo que el balance definitivo de víctimas podría aumentar.
El atentado con coche bomba, que se produjo en el centro de la ciudad de Bagdad, la capital, también afectó edificios públicos, como los ministerios de Defensa y Educación, que resultaron seriamente afectados.
Hasta el momento, nadie se ha atribuido el atentado, pero se sospecha de grupos extremistas pertenecientes a las etnias chiítas o sunitas, cuyos dirigentes buscan copar el gobierno.
Tras la invasión estadounidense y el derrocamiento de Hussein, los chiítas asumieron importantes cargos en el Ejecutivo, incluido el de primer ministro, desatando la protesta de los sunitas.
Expertos advierten sobre la posibilidad de una guerra civil en el país en caso de que la tensión entre las dos corrientes principales del Islam continúe en aumento.