La autopsia realizada al cuerpo de Mohamed Merah, acusado del asesinato de tres niños y un profesor en una escuela de judía de la ciudad francesa, reveló que dos balazos, uno en la cabeza y otro en el abdomen acabaron con su vida.
Según el sitio web de ‘Le Parisien’, Merah falleció por el impacto de una bala en la cabeza y por el otro proyectil que penetró su abdomen; sin embargo -precisa- el joven argelino, aún con vida, escapó hasta el balcón de su casa.
El diario informa que la mayoria de disparos le alcanzaron en las piernas y los brazos, pero que se desconoce cual de ellos le alcanzó primero.