Hoy se decretó una huelga de policías en Río de Janeiro, que se suma a la de sus colegas de Bahía y amenaza la seguridad del famoso carnaval carioca.
Sin embargo, las autoridades aseguran que de ser necesario el Ejército patrullará ambas ciudades, que aguardan la llegada de miles de turistas nacionales y extranjeros.
Cientos de policías civiles y militares, además de los bomberos de Río se fueron a la huelga la noche del jueves, exigiendo mejoras salariales, en una asamblea realizada en una plaza del centro de la ciudad, a una semana del inicio del Carnaval, una de las mayores fiestas del mundo.
En caso de que la huelga se extienda, las autoridades prevén la llegada a Río de 14,000 soldados y agentes de la guardia nacional para garantizar la tranquilidad del Carnaval, que comienza el 17 de febrero.
“De ninguna manera queremos acabar con el Carnaval. Comienza en ocho días y tenemos la convicción de que llegaremos antes a un acuerdo”, sostuvo hoy el sargento de bomberos Wallace Rodrigues.
“Es prematuro hablar de porcentaje de huelguistas porque la huelga comenzó hace nueve horas, pero no hay coches de la Policía Militar en las calles y las delegaciones están cerradas”, dijo por su parte Francisco Chao, director del sindicato de la Policía Civil.
Los salarios de la policía de Rio se hallan entre los más bajos del país, y rondan los 1,200 reales (US$700) al empezar.