El presidente de Francia remarcó su oposición a las bodas homosexuales, indicando que este tipo de vínculo embarulla la imagen de una institución social como el matrimonio, durante una entrevista para la edición web Le Figaro Magazine.
"En estos tiempos revueltos en que nuestra sociedad necesita referentes, no creo que haya que embarullar la imagen de esa institución social esencial que es el matrimonio”, manifestó Nicolas Sarkozy.
Y, aunque abiertamente no se opone a las uniones jurídicas para los homosexuales, sostiene que no debe ser permitido la dopción. “No es favorable inscribir en la ley una nueva definición de la familia", comento Sarkozy a dos meses de las elecciones presidenciales en la que apuntaría a la reeleción.