INXS fue una de las bandas de rock protagonistas de la década del ochenta. El grupo australiano supo mezclar tendencias, crear éxitos pegajosos y cruzar fronteras y océanos para llegar a todo el mundo con su característico sonido. Además del talento y sus acordes INXS contaba con un factor clave: la voz y carisma de Michael Hutchence. El frontman se transformó en el sex symbol de esa década y parte de la siguiente.Pero su estrella se apagó el 22 de noviembre de 1997 en una suite del hotel Ritz Carlton de Sydney.
Hutchence fue encontrado muerto en extrañas circunstancias. Aunque la policía estableció que la causa de muerte había sido un suicidio, las teorías nunca dejaron de llenar las páginas de la prensa de espectáculo.
En 1998, un año después de su muerte, se conocieron los resultados de la autopsia del cantante de INXS que terminaron determinando que el artista se había suicidado, porque era víctima de la depresión, y bajo los efectos del alcohol y drogas.
Con su muerte prematura, Hutchence siguió los pasos de las grandes de la música popular que nos dejaron muy jóvenes y se convirtió en leyenda.