El asistente personal de Michael Jackson, Michael Amir Williams, dijo este jueves en el juicio por el fallecimiento del "rey del pop", que su médico Conrad Murria, trató de ocultar las pruebas de lo sucedido con el artista.
Según Williams poco después de que el cantante fuera declarado muerto en el hospital UCLA de Los Ángeles el 25 de junio de 2009, el doctor pidió que le llevara de regreso a la mansión de Jackson para ocuparse de una sustancia cuya existencia no debía salir a la luz.
Williams confesó que la solicitud del médico le sorprendió puesto era lo último en lo que habría pensado, con todo lo que estaba pasando, y le resultó tan extraña que decidió mentirle para evitar que fuera hasta la casa.
"Le dije que no podíamos llevarlo porque la Policía tenía las llaves de los automóviles, pero es no era verdad", comentó Williams, que luego se puso en contacto con el personal de seguridad que estaba en la mansión para impedir que entrara o saliera alguna persona.
Williams se convirtió en asistente personal de Michael Jackson en junio de 2007 y explicó que Jackson se mudó a la vivienda en el área de Bel Air en diciembre de 2008, donde residía solo con sus tres hijos, Prince Michael, Paris y Blanket, si bien durante los meses que precedieron a su muerte Murray pasaba las noches allí.
Durante el testimonio se mostraron imágenes de la última morada de Jackson y un mensaje de voz dejado por Murray en el teléfono de Williams horas antes de la muerte de Jackson, en el que se le pedía que fuera a la mansión "ahora mismo".
La defensa del médico cuestionó la credibilidad de Williams al indicar que el empleado de Jackson no mencionó la conversación sobre la "crema" a la Policía hasta agosto de 2009, después de leer las noticias que hablaban de Murray como presunto responsable del fallecimiento del cantante por una sobredosis de fármacos.