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Ayer, 03:32 PM

Recuerda la vez en que un falso Hulk Hogan llegó al Perú y engañó a miles de fanáticos

En 1999, miles de peruanos aclamaron a imitadores de la WCW en una gira que terminó siendo una gran estafa.




Durante el furor de la lucha libre en la televisión peruana a fines de los noventa, una singular gira de espectáculos prometía traer a figuras internacionales de la WCW al país. Bajo la promoción del programa Gladiadores, transmitido por Panamericana Televisión, miles de fanáticos se volcaron al Coliseo Amauta en mayo de 1999 con la ilusión de ver en vivo a sus ídolos del ring. Sin embargo, lo que parecía un espectáculo con estrellas reales de la lucha terminó siendo una farsa cuidadosamente armada.

Los supuestos gladiadores que arribaron incluían a personajes como Rick Hogan, presentado como primo del legendario Hulk Hogan, y Cyborg, el único del grupo con algo de trayectoria en la lucha independiente. La empresa que representaban, la ficticia WPW, jamás tuvo vínculos con las grandes ligas del entretenimiento deportivo. No obstante, gracias a una promoción intensa en la televisión local y la escasa verificación de información en la era pre-internet, muchos peruanos dieron por hecho que estaban frente a verdaderas estrellas.

De la ovación al escándalo: la caída del show

El impacto fue tal que los luchadores fueron invitados a programas cómicos, visitaron centros benéficos y hasta participaron en campañas publicitarias. Pero la magia se desmoronó en la segunda visita, en julio de 1999, cuando se sumaron nuevos personajes como Dante, una figura que ganó popularidad por su estética similar a la de Sting y Undertaker. La ilusión se tornó en tragedia cuando, tras una cena con el elenco, Dante falleció súbitamente por complicaciones relacionadas con el uso de anabólicos. Su muerte marcó el abrupto final de la farsa.

El caso de los falsos Gladiadores quedó grabado en la memoria colectiva como uno de los engaños más peculiares del espectáculo en el país. Hoy, tras la confirmación del fallecimiento del verdadero Hulk Hogan, el recuerdo de aquel impostor que lo imitó y de la burbuja mediática que lo rodeó ha vuelto a captar la atención de muchos, recordando cómo la falta de información en tiempos analógicos permitió que una mentira se convirtiera, por unos días, en un fenómeno nacional.


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