Un nuevo término emerge para definir a quienes protagonizarán el futuro: la generación Beta. Según el demógrafo australiano Mark McCrindle, estos niños, nacidos entre 2025 y 2039, estarán marcados por una convivencia plena con la inteligencia artificial (IA) y la automatización, transformando la vida cotidiana y las normas sociales de maneras que apenas comenzamos a imaginar.
MUNDO TECNOLÓGICO
Mientras que la generación Alfa ha sido testigo del auge de las tecnologías inteligentes, los Beta vivirán en una sociedad donde la IA será parte integral de todos los ámbitos, desde la educación hasta el ocio. Según McCrindle, para los Beta no habrá una distinción clara entre lo digital y lo físico: ambas realidades coexistirán.
Además, su desarrollo estará profundamente influenciado por un enfoque en la sostenibilidad y la ciudadanía global. Esta generación crecerá con herramientas digitales que no solo definirán sus carreras y amistades, sino también su sentido de individualidad, el cual priorizarán tanto en el entorno digital como en la vida real.
RETOS Y OPORTUNIDADES EN UN FUTURO GLOBALIZADO
Los Beta, hijos de millennials y zoomers (generación Z), heredarán una mentalidad orientada a la adaptabilidad y la conciencia ambiental. Sin embargo, también enfrentarán grandes desafíos, como la crisis climática y las transformaciones socioculturales. Esto podría convertirlos en una generación con una visión global, colaborativa y comprometida con su comunidad.
Para el año 2035, los Beta representarán el 16% de la población mundial, compartiendo espacio con los Alfa, quienes serán mayoría con un 23%. Estas generaciones coexistirán en un mundo que será un reflejo de los avances tecnológicos y las prioridades sociales del presente.
La transición hacia la generación Gamma (2040-2054) y Delta (2055-2069) continuará marcando hitos en un mundo que, para entonces, podría estar encaminándose hacia el siglo XXII. La generación Beta será, sin duda, un puente crucial hacia ese futuro.
