Tras un tiempo de pausa, después de una bofetada en plena transmisión de los Oscar, que le causó la ira de miles de fanáticos y el desprecio de Hollywood; Will Smith regresó a los titulares al confesar que se siente arrepentido de haber empujado a sus hijos al mundo del estrellato, entre otros detalles de su vida personal en una entrevista íntima con Kevin Hart.
El actor hizo mención del regocijo y orgullo que sentía en el 2010, al ver a su hijo Jaden protagonizar el reboot de Karate Kid y a su hija Willow debutando en la industria musical con Whip My Hair, convirtiéndose una de las cantantes más reconocidas de su edad. Ambos alcanzaron gran popularidad tras estos trabajos
“Estaba construyendo el sueño de la familia que tenía en mi cabeza. Voy a hacerlo mejor de lo que hizo mi padre’, pensaba en ese entonces. ‘Ya hemos hablado de que mi padre era un abusador’... Me dije a mí mismo que nunca tendría esa clase de energía con mi familia, y tenía un sueño, una idea de la familia que estaba construyendo. Entre 2010 y 2012 había logrado todos mis sueños. Había superado mis sueños más salvajes”, indicó Smith.
UN PADRE, NO UN MANAGER
Smith confiesa que poco tiempo después de ese rotundo éxito, las grietas de aquella familia feliz que había construido en su cabeza comenzaron a abrirse. Señala que Willow fue la primera en rebelarse contra su padre, afirmando que ella buscaba una figura paterna, no un manager.
“Nadie era feliz. Nadie quería ser el miembro del pelotón. Willow fue la primera en amotinarse, y esa fue la primera vez que me di cuenta de que el éxito y el dinero no equivale a la felicidad. Hasta ese momento realmente creía que podías tener éxito a tu manera, tener una casa y una familia, y que podías ganarte tu camino a la felicidad. Estaba dirigiendo a la gente que me rodeaba de una manera que dejaba un rastro de tierra quemada”, confesó el actor.
Smith finaliza este tema, señalando que ha logrado enmendar parte de este error y que desde hace algunos años dejó de buscar ser un ganador y empezó a trabajar por tener relaciones poderosas, profundas y “hermosas”.
(Con información de Infobae)