Hoy día se cumple 24 años desde la partida de Augusto Ferrando Chirichigno, figura emblemática de Panamericana Televisión con su programa 'Trampolín a la fama', cuna que vio nacer a grandes estrellas de la comicidad, que siguen vigentes hasta ahora. El conductor más querido por los peruanos falleció a los 80 años, un 01 de febrero de 1999, luego de dar una gran batalla contra una enfermedad terminal. No fue una sorpresa que gran parte del país le dieran el último adiós en medio del dolor y el clamor popular, ya que fue sepultado luego de tres días de dramáticas despedidas en el histórico cementerio El Ángel.
Sus coloridas prendas, su espontaneidad, improvisación para hablar y su creatividad para poner apodos a los personajes que acudían al show lo catapultaron como uno de los personajes que dio color a la televisión de blanco y negro durante el siglo pasado, y que así marcó un hito culturalmente en el Perú.
Augusto Ferrando nació en Lima un 15 de enero de 1919 y tuvo como pasión descubrir nuevos talentos, hábito al que se dedicó en el programa que marcó la pauta en los realities de concurso: Trampolín a la fama.
Inició su carrera artística a los 15 años como locutor gracias a su afición a la hípica. A su corta edad, ya se podía notar su particular estilo e irreverencia. por lo que más adelante se volvió conocido animador de fiestas, narrador de carreras y locutor comercial.
EL DESCUBRIDOR DE ESTRELLAS
Fue el gestor de la revista cómico-musical La peña de Ferrando, de la que fue propietario por más de cuatro décadas. Recorrió los lugares más populares de Lima y provincias juntos a un grupo de artistas que más tarde serían parte de los cómicos y soneros más importantes del país como: Cesar Ureta, Guillermo Rossini, Pablo Villanueva ‘Melcochita’, Miguel Barraza y Lucha Reyes.
Su primera experiencia en conducción televisiva llegó cuando fue convocado para conducir La escalera del triunfo, emitido por el canal 9. Consistía de un programa concurso que lo hizo más conocido de lo que ya era gracias a su trayectoria en la radio. Sin embargo, no fue hasta el año 1966 que su vida cambiaría para siempre con la llegada del espacio que dejó huella en la televisión peruana.
TRAMPOLÍN A LA FAMA
El icónico programa comenzó como un bloque llamado Trampolín a la fama, del programa Ómnibus Perú, en Panamericana Televisión. No obstante, ante la inmensa acogida del público, se convirtió en un nuevo formato que pasó a durar dos horas, que en 1985 se ampliaron a tres a pedido de los televidentes.
Por 30 años consecutivos estuvo en el aire y en el horario estelar de los sábados de 5:00 p. m. a 8:00 p. m. Cabe resaltar que, fue uno de los pocos shows que se transmitía en vivo y con público en los estudios de Panamericana durante ese periodo.
Si bien fue considerado como un programa de concursos, su formato también se caracterizaba por ser una revista sabatina, que incluía música y comedia. Para entrar, los espectadores debían hacer inmensas colas en el exterior del canal, incluso desde la noche anterior, con tal de poder formar parte de la teleaudiencia en vivo y, con suerte, lograr ganar los dos premios que se repartían en cada edición.
Cada sábado se presentaban diversos cantantes y humoristas, entre ellos destacan el recordado Felipe Pomiano mejor conocido como ‘Tribilín’, Violeta Ferreyros, Ingerborg Zwinkle, también llamado la ‘Gringa Inga’, ‘Melcochita’, Carlos Álvarez, Hernán Vidaurre o Fernando Armas, quienes, como dice el nombre del programa, usaron como trampolín el espacio para empezar sus carreras en la comicidad.
“UN COMERCIAL Y NO REGRESO"
El ‘Negro’ se despidió de la pantalla chica en 1996, en víspera del Día de la Madre, con una variación de su icónica frase: “Un comercial y no regreso”, que se quedó grabado en la memoria de sus fieles seguidores con gran tristeza. En la actualidad, su legado aún sigue presente en la grandes cómicos que ayudó a 'saltar' al estrellato, en un trampolín de risas y sueños.