A 9 años de la muerte de Lady Di, aún se investigan las causas del deceso
La muerte de Diana Spencer, Lady Di, es uno de los grandes misterios sin resolver. Su vida culminó la noche del 31 de agosto de 1997 en un accidente automovilístico en el parisiense túnel de Alma, en el que viajaba en un Mercedes Benz junto a su pareja también fallecida, el magnate Dodi Al Fayed.
La muerte de Diana Spencer, Lady Di, es uno de los grandes misterios sin resolver. Su vida culminó la noche del 31 de agosto de 1997 en un accidente automovilístico en el parisiense túnel de Alma, en el que viajaba en un Mercedes Benz junto a su pareja también fallecida, el magnate Dodi Al Fayed.
El chofer, Henri Paul, también murió y el único sobreviviente de ese accidente fue el guardaespaldas de Dodi, el inglés Trevor Rees-Jones.
Pese a que durante todo este tiempo se han entretejido diversas teorías sobre su muerte -desde que fue un complot de su ex marido el Príncipe Carlos hasta antecedentes que apuntarían a Diana estaba embarazada de su novio musulmán-, aún no se sabe a ciencia cierta qué pasó en el fatídico túnel.
Se ha dudado incluso de los reportes médicos que señalaban que el chofer del vehículo manejaba bajo las influencias del alcohol, lo que sirvió como argumento para la fiscalía parisina reabriera el pasado 20 de agosto la causa por la muerte de Lady Di.
A esto se suma que el juez francés que investiga la causa, Thierry Betancourt, interrogará nuevamente a los patólogos Dominique Lecomte, y Gilbert Pepin, quienes realizaron la autopsia de Paul y presentaron los resultados sanguíneos de esas pruebas.
Junto a lo anterior, el propio príncipe Carlos de Inglaterra, heredero a la Corona, fue entrevistado en esta causa en diciembre pasado, por los dichos de la difunta Diana, que lo acusó de tener intenciones de matarla para así poder casarse con su entonces amante Camilla Parker Bowles.
A esto se suma los dichos de un testigo de la autopsia de Diana de Gales, quien negó que la princesa estuviera embarazada cuando murió. Según el doctor Robert Thompson, director de la morgue londinense en la que se examinó el cadáver de Diana, "no vi ninguna prueba del embarazo en el cuerpo".
SUEGRO DE DIANA
Mohamed Al Fayed, dueño de los almacenes Harrods y padre de Dodi, mantiene que el accidente automovilístico que acabó con la vida de Lady Di y su hijo se debió a una conspiración orquestada por la familia real británica.
Al Fayed no cede. Su meta es descubrir quién fue el que ordenó la muerte de su hijo y de Diana, pensamiento que no ha borrado de su cabeza durante casi una década. Según su convencimiento, tras estas muertes se encuentra un complot de la realeza y los servicios de inteligencia británicos. Para Al Fayed, Diana fue asesinada por un agente secreto británico encubierto, bajo las órdenes expresas del príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II.
El dueño de Harrod’s ha mantenido desde el comienzo de la pesquisa británica que las muestras de sangre de Paul fueron cambiadas por las de un espía británico encubierto que quería matar a Diana, ya que consideraba que ella estaba embarazada de Dodi, y tendría un hijo musulmán, algo que nunca permitiría la realeza.
El magnate egipcio, de 77 años de edad, afirmó que la pareja fue asesinada por el espía James Andanson, que hacía de fotógrafo y que "hizo colisionar el Mercedes" en el que viaja la princesa y Dodi. "Andanson trabajaba para los servicios secretos. Años después fue hallado muerto en un automóvil quemado en el sur de Francia. Ellos (los servicios secretos) temían que abriera la boca, y miren lo que le pasó", agregó.
El dueño de Harrods considera que se cambiaron las muestras sanguíneas de Paul, para hacer parecer que el conductor manejaba ebrio. "Esas eran las muestras de sangre de una persona ebria. Henri Paul no estaba borracho. Conocía a Diana muy bien. Ella solía decirme: no confío en el Palacio...", aseguró.
Sobre el ex marido de Diana, tiene un juicio claro: Carlos "es un idiota", por haber traicionado a Diana "con una mujer (la duquesa Camilla) que parece un cocodrilo".
LAS TEORÍAS DE COSPIRACIÓN
El 15 de agosto pasado, lord John Stevens, quien ahora encabeza la pesquisa británica por la muerte de Diana, se comunicó con las autoridades francesas para pedirles reexaminar la evidencia de dos expertos forenses, cuyas declaraciones fueron cruciales para la sentencia de esa causa. La sentencia, de abril de 2002, concluyó que la princesa murió como consecuencia de un accidente automovilístico, provocado por el conductor que manejaba alcoholizado y bajo los efectos de antidepresivos.
Para Stevens, "hubo serias inconsistencias y omisiones" en los resultados científicos. El detective británico duda además, sobre otro aspecto de esas pruebas, ya que los patólogos británicos descubrieron que, además de alcohol, en la sangre del chofer había un 20 por ciento de monóxido de carbono, un nivel visto en casos de suicidio.
"Es sensato decir que el señor Al Fayed ha hecho bien en plantear algunas de las cuestiones que ha manifestado. No sólo analizamos el incidente en el túnel de París (donde murió Diana), sino más allá", explicó el detective, quien viajó en mayo pasado a París para reconstruir el último viaje de Diana en el Mercedes que la transportaba.
Otra de las teorías conspirativas afirma que el chofer Henri Paul era un informante de los servicios secretos franceses. Por esa razón, los detectives británicos pidieron los documentos de los servicios de inteligencia franceses, solicitud que hasta ahora no ha tenido respuesta.
Luego de la muerte del chofer, la policía francesa descubrió que Paul poseía cuentas secretas con más de 180 mil dólares en 14 bancos de ese país.
Lo cierto es que en una carta escrita por Diana pocos meses antes de morir, y que le entregó a su secretario privado Paul Burrell, la princesa denunció que su esposo planeaba asesinarla en un supuesto accidente automovilístico, para así poder casarse con su amante Camilla.
Ocho años después de la muerte de la princesa, el heredero al trono se casó finalmente con Camilla, en una ceremonia privada oficiada en abril de 2005 en el registro civil de Windsor, en el oeste de Londres.
(Agencias)