Llegó el 1 de enero, una fecha que es aprovechada por muchos para ser partícipes de curiosas y variadas cábalas que son transmitidas de generación en generación. Sin embargo, surge una interrogante y es ¿cuáles son sus orígenes? A continuación la historia que esconden algunas de ellas.
Una clásico por estas fechas es comer las 12 uvas a la medianoche y pedir un deseo por cada mes del año. Esta tradición vino de España y se dice que surgió en 1909, luego que un grupo de trabajadores vitivinícolas presentara un excedente del producto al tener una buena cosecha y para no desperdiciarlos, optaron por venderlos como “uvas de la suerte”. Ya con el pasar de los años se iría extendiendo dicha práctica por todo el territorio español y llegaría a varios países de Latinoamérica, entre ellos Perú.
Otra acción particular que se realiza para recibir el Año Nuevo es barrer la casa antes de las 12 de la noche. Se dice que esta costumbre se originó en China y tiene como finalidad deshacerse de las malas energías acumuladas. Pero ello no queda ahí, pues es importante que no se barra la vivienda durante los primeros días del año nuevo porque sino la nueva buena suerte adquirida desaparecería.
En tanto, la quema de muñecos también es una práctica que se realiza por estas fechas en varios países del Latinoamérica. Dicha tradición consiste en armar una figura que represente algún personaje o acontecimiento negativo del año que se va con diversos materiales inflamables. Posteriormente, una vez llegada la medianoche se procede a prenderles fuego para poner fin a todo lo malo. Con respecto a sus orígenes se cuenta que esta nació en Europa y que era realizado en rituales paganos, aunque hay una segunda versión que dice que surgió en la Península Ibérica.
Por otro lado, el 31 de diciembre y el 1 de enero es aprovechado por muchos para utilizar ropa interior amarilla. Pero a ¿a qué se debe esto? Si bien no hay un claro origen, sí existe un simbolismo desde tiempos remotos como la comparación del color amarillo al del sol que representa la eternidad y energía vital del planeta Tierra. Además en algunas culturas el amarillo significa la madurez del otoño y en otras el oro, un metal que alude a riqueza.
El uso o consumo de lentejas es una cábala que prácticamente todos los años se realiza. Dicha tradición surgió en Italia, donde estas legumbres son consideras símbolo de prosperidad y dinero. Por tal motivo se las suele consumir en la cena de Nochevieja. Tal práctica italiana también llegaría a América Latina, pero con algunas variaciones como en nuestro país, en el que es usual llevarlos en los bolsillos, carteras o billeteras crudos para tener un año venidero.