No es difícil darse cuenta que para una tortuga su caparazón es fundamental y básica para vivir y que cualquier lesión en dicha zona la haría mucho más vulnerable a cualquier tipo de peligro. Pues bien, en Brasil un incendio forestal destruyó varias hectáreas de campo y perjudicó a gran cantidad de animales, entre ellos una tortuga cuya caparazón sufrió serios daños.
El animal necesitaba atención médica inmediata pero más allá de atender la emergencia había que pensar cómo hacer su vida más cómoda pues aquella enorme coraza ósea no estaba en buenas condiciones. Es por ello que un grupo de veterinarios apoyados por un cirujano dental y un diseñador crearon un nuevo caparazón con materiales especiales gracias a la impresión 3D.
Los resultados fueron impresionantes y Freddy, como llamaron a la tortuga, pudo tener una vida igual a como era antes del triste incidente. El animal había perdido el 85 por ciento de su caparazón y conforme pasaron los días los daños se agravaron. Cicero Moraes, quien participó en este caso, dijo a Inside Edition que su equipo decidió crear el primer casco impreso en 3D del mundo animal.