El experimentado ciclista suizo Oleksiy Mishchenko nunca imaginó que la competencia más difícil de su vida iba a enfrentarla contra un avestruz.
Cuando descendía por el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica, junto a sus dos compañeros, la gran ave los asustó al perseguirlos a más de 50 kilómetros por hora.
Aunque los deportistas no saben por qué el ave los persiguió sin atacarlos, ellos presumen que pretendía impresionar a su ‘novia’.