Cuando vemos un teclado de computadora podemos pensar que se trata de un objeto relativamente moderno, sin embargo, su diseño tiene más de un siglo de existencia y poco ha cambiado hasta el momento. ¿A qué nos referimos? Pues a que desde la aparición de la máquina de escribir Remington 1 en 1873, el teclado permaneció igual hasta hoy con el diseño QWERTY (por las seis primeras letras de la primera fila).
Este sistema permitía a las personas teclear más rápido y mejoró mucho con la introducción del primer teclado de la compañía Sholes and Gidden, cuya versión mejorada permitía digitar hasta 60 palabras por minuto, dependiendo de la destreza de la persona. Pero algo muy curioso ocurre cuando nos fijamos en las teclas F y J, y es que ambas tienen un extraño relieve que parece no servir para nada y del cual casi nadie tiene información.
Resulta que después de cada palabra digitada, las manos deben descansar en la zona central del teclado, en concreto, lo correcto es que reposen precisamente sobre las letras mencionadas. Tal como muestra un video de YouTube, los dedos encajan perfectamente con las letras A, S y D (por el lado de la letra F) y J, K y L (por el lado de la letra J). La idea es que la persona ubique las letras sin necesidad de ver el teclado.
Por otro lado, en 1936 se inventó un nuevo teclado que tendría que haber dejado en el olvido al popular sistema QWERTY. El Doctor Dvorak fue el encargado de crearlo pero nunca se popularizó porque la gente ya se había acostumbrado al anterior y era complicado cambiar prácticas en mecanografía, sobre todo cuando se emplea para el trabajo en oficinas. Una nueva adaptación podía demorar mucho tiempo y generar pérdidas de dinero.
