¿Cómo se pasa de tener un trabajo netamente corporativo en una agencia de publicidad a ser una artista de la fotografía que viaja por el mundo? Es el caso de Sophie Ebrard, quien en 2010 decidió darle un giro a su vida convirtiéndose en fotógrafa con la intención de registrar imágenes de un mundo que, para algunos, es muy distante: la pornografía.
Sí, Sophie pasó cuatro años de su vida capturando todos los momentos relacionados a la realización de diferentes películas para adultos, registrando los entretelones de estas producciones que pueden ser tan complejas como cualquier otro tipo de film.
Fue así que la fotógrafa francesa se quedó por algunas temporadas en Ámsterdam para preparar su último trabajo llamado “It’s Just Love”, donde trata de plasmar un enfoque distinto de una industria que suele estar rodeada de tabús y perjuicios.