Para la mayoría de personas, el desierto es sinónimo de muerte debido a lo complicado que es vivir en condiciones climatológicas desfavorables. Las temperaturas extremas durante el día, el frío intenso por la noche y la escasez de agua significa que es casi imposible para un ser humano sobrevivir en un lugar así.
Sin embargo, hay quienes sí encuentran algo atractivo en un lugar como este y prueba de ello es Ra Paulette, un estadounidense que se ha dedicado durante los últimos 25 años a crear impresionantes esculturas en las cuevas de un conocido desierto de Nuevo México.
Lo que comenzó como un simple exilio se fue poco a poco convirtiendo en una aventura épica. Todo empezó cuando el hombre descubrió que podía excavar en el terreno para crear su propio templo. Ese fue el principal motor que lo llevó hasta el resultado final.
Lo curioso es que Paulette nunca estudió arte, ingeniería, escultura o arquitectura. Lo que podría parecer una pequeña entrada de una cueva es en realidad una puerta a su mente creativa.
Una historia tan impresionante como esta no podía pasar desapercibida y por eso llegó a los cines a través del documental Cave Digger, un cortometraje que le rinde homenaje. Dicho trabajo gustó mucho en Hollywood y fue nominado al Oscar, situación a la que el excavador de 67 años no dio mayor importancia. Y es que él dice que prefiere “la soledad y la belleza de la naturaleza”.