Una reconocida marca de productos para la higiene íntima publicó un controvertido y singular comercial en el que muestra algunos de los "momentos difíciles" por los que pasan sus usuarias "primerizas".
La protagonista del spot es Katie, una adolescente que afectada por el hecho que sus amigas ya tienen el periodo y ella permanece en el club de las "rezagadas" del grupo, decide engañar a su madre pintando con esmalte una toalla sanitaria.
La madre obviamente no cae en la trampa y en "castigo" le hace una fiesta con motivo de su primer periodo. ¿Será ahora más feliz Katie? Más aún viendo una piñata de útero, chocolate rojo en la fuente y su padre disfrazado de una gota de sangre en el pastel.