Los límites de la privacidad se ponen a prueba con la instalación de 'Don't Miss a Sec' (‘No se pierda un segundo’), que más que un servicio público es una obra artística ideada por la británica Mónica Bonvicini.
Esta caseta de vidrio ubicada en Londres en realidad consiste en un inodoro público cuyas paredes permiten una visión unilateral, es decir, solo de adentro hacia afuera. Mientras una persona va al baño pueda contemplar a los transeúntes que pasan por la calle.
Desde la parte externa, todo lo que se percibe es la refracción de los alrededores del baño. Sin embargo, desde el interior, la persona que está utilizando este baño, se sienta en una silla enfilada de manera frontal para poder ver todo lo que está pasando afuera, permitiéndole no perderse de nada.
“La idea vino en 1999. Realicé los dibujos para este baño durante un vuelo en un avión. Esto tiene que ver con la urgencia, que durante los eventos del gran arte lo más importante es 'ver y no ser visto', sin perderse de nada. En cualquier evento grande de arte, todas las personas necesitan de un baño en algún punto.”, dijo su inventora.
Cuando algunos entran a este baño, les pasa por la mente que en verdad desde afuera sí lo están viendo haciendo sus necesidades por lo que no se atreven a volver a usar el servicio. ¿Te atrverías a usar este baño 'intimidante'?
