Esta es la historia de una niña llamada Rosalinda Lombardo, que fue momificada a petición de su padre luego que la menor falleció por neumonía en 1920 cuando tenía dos años. Los italianos han quedado asombrados al descubrir que el cadáver de la menor abre y cierra sus ojos todos los días.
También su cabello, cejas y pestañas han cambiado de color a rubio, cuando originalmente eran negros, además permanecer intactos en el cuerpo de la niña, que fue hallada en las Catacumbas de los Capuchinos de Palermo.
Los científicos señalaron que la variación de la humedad de la tumba y los flashes de las cámaras fotográficas son los responsables de los movimientos de los ojos de la momia.
