La guardia de la Reina en Inglaterra tiene como una de sus principales características la eficacia a la hora de mantener la seguridad, pero también por contar con un protocolo de seriedad a prueba de fuego.
Los escoltas se toman su trabajo con tanta seriedad que parecen estatuas de carne y hueso. Será por ello que un turista norteamericano, que se identificó como Yankel, puso a prueba a uno de estos guardias para tratar de sacarle una sonrisa con bromas y chistes.
Finalmente, el excéntrico visitante logró su objetivo e hizo sonreír al serio sujeto. El personaje cómico consiguió echar por tierra la imagen seria que proyectaba el guardia de la Reina, quien terminó esbozando una gran sonrisa tras escuchar las divertidas historias.