La cantante reconoció en una entrevista con el «The New York Times» que está muy molesta con el público que no entiende su forma de ganarse la vida, de cómo ha encaminado su carrera artística.
Miley Cyrus ha dejado claro que su profesión y lo que hace sobre el escenario no tiene nada que ver con su personalidad en la vida privada. «¡No es que me pase todo el día disfrazada de osito y haciendo "twerking" con Robin Thicke!».
La artista, que ha llegado a hacer contonearse incluso delante de Papá Noel, ha afirmado sentirse indignada con la gente que piensa que ella es tal y como se muestra en sus actuaciones, una cosa es la actuación y otra la vida real.
Y es que a Miley Cyrus siempre le ha gustado la interpretación, aunque su personaje en Hannah Montana no era lo que más le divertía: Nunca me hizo especial ilusión ser una niña Disney, no era lo que quería, por eso hago cosas novedosas, diferentes.
Cuando terminé con la serie Hannah Montana estaba decidida a dar un vuelco a mi imagen artística y a mi vida. Fui paciente y supe esperar el momento perfecto, ha reconocido ante el diario neoyorquino.