Madonna estará tres meses sin bailar por caída de caballo

Los pacientes en la sala de urgencias del hospital de Salisbury seguramente miraron con sorpresa cuando vieron que de repente Madonna se encontraba en el mostrador de recepción dando sus datos. "Su voz era temblorosa cuando dijo su nombre y la fecha de nacimiento", cita hoy el diario "The Sun" a una fuente en el hospital. Al mencionar su fecha de nacimiento, la persona que la atendía se podría haber dado cuenta fácilmente de justo ese día la cantante cumplía 47 años. "Llevaba la ropa de montar y temblaba. Sin duda alguna tenía dolores", comentó la fuente. "Pero era consciente de todo", agregó. Unos diez minutos más tarde llegó su marido Guy Ritchie, de 36 años. Durante varias horas se le hicieron pruebas y luego salió del centro, aunque se le pidió expresamente que descansara. Por la atención, Madonna no pagó ni un penique, ya que en Gran Bretaña, la atención en los hospitales estatales (que ella en cierta ocasión descalificó por "viejos" e ineficientes) es gratuita. JINETE INEXPERTA Como si fuera una experta, Madonna se atrevió con la cabalgada en su propiedad rural del sur de Inglaterra. No obstante, sus portavoces no tienen reparos en reconocer que "no está acostumbrada en absoluto a montar". Empezó hace tan sólo unas semanas. En Richmond, una zona rural a las afuerzas de Londres, Madonna tomó a principios de julio sus primeras clases. "Es una jinete inexperta y si se monta en un animal vivaz, resulta difícil controlarlo", dijo uno de sus profesores de equitación al "Daily Mail". CAMBIOS Y ACENTO INGLÉS Sus aspiraciones de jinete forman parte de su nuevo papel. Desde que comenzara su carrera hace ya más de 20 años Madonna Louise Veronica Ciccone se ha reinventado continuamente: de "lady" punk a "Material Girl" y de diosa del sexo hasta madre con un toque espiritual. Desde hace algún tiempo se ha convertido en toda una señora de la campiña británica. La estrella del pop, que en su primer LP igual se colgaba un crucifijo y un rosario, ha asumido el estilo escocés y muestra su preferencia por los discretos tonos de la nobleza rural inglesa. Al igual que la florista Eliza Doolittle de "My Fair Lady", Madonna incluso ha tomado clases particulares para la pronunciación del inglés. Según la prensa, la cantante se esfuerza sobre todo en pulir su "r" estadounidense, que para cualquier aristócrata inglés viene a ser como si le presentaran unas botas de vaquero. También sale a cazar faisanes y entrena su puntería con el tiro al plato, cría gallinas y dedica horas a la pesca. A lo único que todavía no ha podido acostumbrase es a los pesados desayunos británicos. Los ingleses observan todo esto con burlas suaves. Y es que están convencidos de que una cantante de pop estadounidense nunca podrá ser una verdadera "English country wife" (una mujer de la campiña inglesa), ni siquiera cuando consiga permanecer sin caerse sobre el caballo. (Agencias)