El lamentable incidente del años 2009 denominado el “Baguazo”, iniciado por una protesta contra la minera aún no ha culminado, puesto que la familia del mayor de la Policía Nacional Felipe Bazán continúa con la búsqueda del oficial que aún no dan por perdido, ni fallecido.
Las hijas y esposa de Felipe tiene el derecho de todo ser humano de pedir se busque a su padre, capturado por un grupo de indígenas cuando cumplía con deber al defender la libre circulación en una carretera tomada por la turba conformada por personas que cegadas por la violencia, en uno de los tantos conflictos sociales, y ambientalistas que aún perduran en el país.
Tres niñas, una esposa, y un padre se niegan a pensar que Felipe Bazán ha muertos, y no aceptan una compensación económica a cambio de poner fin a la paralizada búsqueda, puesto que un padres, esposa e hijo no tiene valor monetario, pero si el valor del amor de una familia que irá hasta las últimas consecuencias.