¿Su hijo se tropieza constantemente o se cae a menudo? Entonces, puede que su hijo tenga un problema ortopédico que, de no corregirse a tiempo, puede degenerar en problemas en la cadera, en la rodilla o a nivel de la columna en la edad adulta.
El ortopedista y traumatólogo Óscar Solís indica que los padres pueden detectar rápidamente si su hijo tiene algún problema ortopédico con estas simples señales. La primera de ellas, es que los menores de edad suelen sentir dolor en el pie o la pantorrilla debido a que están depositando su peso en un lugar incorrecto.
Para detectar otra señal se debe revisar al menor. El padre debe sostener el dedo gordo del pie y empujarlo hacia adelante, al realizar esto se debería de formar el arco de la planta del pie, si este no es el caso, su menor hijo puede tener el pie plano para lo que existen plantillas especiales o fisioterapia para formar dicha parte.
Otra forma de detectar este mal es pedirle que se pare con la punta de sus dedos, a la hora de realizar esta tarea debería poder observarse si es que se forma o no el arco del plantar. No olvide consultar la opinión de un especialista, en este caso el médico ortopedista, para la diagnosticar correctamente al menor.
Finalmente, el doctor Solis recomienda a los padres de familia revisar los zapatos que compran a sus hijos, ya que, en el intento de los padres de que los zapatos tengan un tiempo de uso mayor, suelen comprar tallas más grandes que finalmente puede deformar y hacer daño al pie del niño.