La madrugada de este domingo 24 de agosto, un atentado con explosivos estremeció la zona turística de la Huacachina, en la región Ica. El artefacto fue detonado en las inmediaciones de la discoteca Hakuna Matata, uno de los locales más concurridos del balneario, y dejó varios vehículos seriamente dañados en la parte delantera y trasera. El hecho ha causado gran preocupación entre vecinos, turistas y autoridades locales.
Turistas y locales bajo impacto
Aunque hasta el momento no se han reportado víctimas, la magnitud del estallido encendió las alarmas en una zona que recibe diariamente a visitantes peruanos y extranjeros. El ataque ocurrió en un área rodeada de bares, restaurantes y discotecas, donde se concentra gran parte de la vida nocturna de la ciudad. Los residentes han expresado su temor por el incremento de la violencia en un destino emblemático del sur del país.
Las primeras hipótesis apuntan a un posible acto vinculado a la extorsión, modalidad delictiva que en los últimos años ha sido asociada con el uso de explosivos para presionar a empresarios y comerciantes. Si bien las autoridades aún no han confirmado el móvil del atentado, preocupa que estas prácticas delictivas estén alcanzando espacios turísticos de gran visibilidad internacional como la Huacachina y Paracas.
El Gobierno y las fuerzas del orden han sido instados a actuar con celeridad para esclarecer lo sucedido y garantizar la seguridad en la región. La Huacachina, considerada un atractivo de interés mundial, no solo recibe a viajeros que buscan disfrutar de sus dunas y laguna, sino que también concentra negocios nocturnos que, ahora, quedan en la mira de la delincuencia organizada.