En las profundidades de Ucayali, diversas comunidades han experimentado un cambio significativo, pese a las adversidades que atraviesan, gracias al trabajo en función de sus habitantes y al respaldo que reciben tanto de la empresa privada como del Estado.
A más de una hora de Pucallpa, el centro poblado de Santa Clara de Uchunya refleja un progreso sostenido, mejorando la calidad de vida de sus habitantes a pesar de las limitaciones. Los estudiantes de escuelas como el Instituto Educativo Integrado 64 ya cuentan con acceso a internet y electricidad mediante paneles solares, aunque aún carecen de mobiliario básico, destacando la necesidad de inversiones en infraestructura educativa.
También cuentan con una posta médica para atender emergencias de sus pobladores y otras comunidades. Diariamente reciben un aproximado de 20 pacientes y cuentan con el servicio de “medicina, enfermería, obstetricia, planificación, inmunización y también con el servicio de tópico”, indicó una trabajadora de este establecimiento.
CULTIVO DE PALMA
En otro extremo, la comunidad de Shambo Porvenir, dedicada al cultivo y cosecha de palma, ha experimentado un cambio en su economía.
“Somos la primera comunidad que estamos trabajando con la palma”, indicó un poblador.
La artesanía ha surgido como una fuente adicional de ingresos para las comunidades. Aunque carecen de un mercado fijo, las mujeres locales ofrecen sus productos en ferias locales o bajo pedido, demostrando la resiliencia y la creatividad para generar recursos.
Los pueblos originarios de Ucayali están trabajando arduamente para el desarrollo de sus habitantes, y la colaboración con la empresa privada en el rubro del aceite de palma ha sido un factor clave. Este producto ha brindado oportunidades económicas a las comunidades.