En la provincia de Chupaca, en Junín, se celebra una tradición ancestral en el cementerio de Chongos Bajo. Cada 3 de noviembre, decenas de personas se congregan en este espacio para venerar las calaveras de sus seres queridos fallecidos.
Este rito, conocido como 'Tullupampay', es una manifestación única de devoción y respeto a los antepasados. En esta edición hubo más de 50 calaveritas.
Los devotos de dicha tradición adornan los cráneos con gorros, pañuelos tejidos a manos y diferentes indumentarias. Las calaveras son colocadas sobre delicadas mantas, mientras esperan el inicio de la misa.
SÍMBOLO DE PROTECCIÓN
Es importante destacar que la mayoría de estas calaveras representan a familiares o amigos fallecidos, mientras que algunas son consideradas como los 'aparecidos', aquellos que llegaron de manera casual a la vida de los habitantes de Chongos Bajo y fueron adoptados.
“Es mi papá, cuida mi casa, de nosotros, lo tenemos porque lo queremos y lo sentimos”, señaló una de las mujeres asistentes a la misa, mientras que otra afirma que “desde que está conmigo, nunca ha sufrido de robo”.