El penal El Frontón fue un centro de reclusión en donde albergaban a los criminales más peligrosos del Perú, periodistas y políticos contrarios al gobierno de turno y terroristas. Empezó a funcionar en 1917 hasta fines de la década de los 80 y fue clausurado tras llevarse a cabo un motín iniciado por los reclusos,en el que también estuvo involucrada la Marina de Guerra, que trajo como consecuencia la sagrienta muerte de cientos de internos.
Este centro penitenciario ha vuelto a ser noticia, posterior a la propuesta de apertura y reconstrucción que se encuentra incentivando el grupo parlamentario de Acción popular por medio de un proyecto de ley en dónde enfatizan la necesidad pública e interés nacional de volver a poner a funcionar este establecimiento.
Dentro de los personajes más icónicos que llegaron a la ´Isla del diablo´ se encuentra Fernando Belaúnde Terry, expresidente del Perú, el cual fue detenido en 1962 por encabezar una protesta contra el Gobierno de Manuel Prado Ugarteche.
Uno de los ex internos, relata la historia de la llegada de uno de los criminales más peligrosos del Perú en ese tiempo, Guillermo Portugal Delgado, también apodado como ´la gringa´. Llegó a fugarse de El Frontón hasta en dos ocasiones y había sido encarcelado por delitos de robo, asalto y homicidio.
“Mientras caminaba y leía y mientras pensaba decía cómo y por dónde me escapo”, relató un sujeto que estuvo interno en el penal.
EL MOTÍN DE 1986
La madrugada del 18 de junio de 1986, comenzó un hecho que marcaría la historia de El Frontón para siempre. Esa mañana los reclusos iniciaron un motín en el Pabellón Azul de El Frontón, lugar donde se encontraban recluidos los terroristas, al cual no dejaban entrar a nadie que no compartiera sus ideales. .
La Policía y las Fuerzas Armadas intervinieron en este suceso, muchos de ellos tomados como rehenes, por lo que fueron procesados 35 ex marinos por el presunto delito de homicidio calificado en la modalidad de asesinato con ferocidad y exclusión. El saldo de este motín fue de tres miembros de infantería muertos y un guardia republicano, además de 122 senderistas abatidos. Matanza que se le atribuyó en su momento al gobierno aprista.
