Amenazas directas de quienes dicen llamarse manifestantes, pero solo se evidencia su único propósito: azuzar y generar miedo en la población. Peruanos que viven del día a día, de las regiones y de la capital, hoy sufren las duras consecuencias del bloqueo de carreteras, la toma de vías y el paro indefinido.
Ni que decir de los vendedores del Mercado de frutas de La Victoria. Aquí, un empresario de Apurímac se quedó prácticamente sin nada para vender el día de hoy debido a que manifestantes bloquearon una de las vías que conecta Madre de Dios con sus proveedor principal.
NEGOCIOS AL BORDE DE LA QUIEBRA
Violencia que ya empieza a sentirse en el corazón de la capital. Y es que con 13 días desde el reinicio de las protestas que ya han dejado algunos negocios al borde de la quiebra, muchos comerciantes no pueden abastecer sus negocios, están desempleados o viven atemorizados.
Incertidumbre que también comparten pequeños comerciantes en Cusco, pues se estima que esta región pierde casi 50 mil soles diarios en ventas de alimentos, debido a que los camiones de cargo no llegan para abastecer los principales mercados.
Pero además de los comerciantes, hoy los pobladores de Cusco fueron sorprendidos con el incremento de hasta un 70 % del precio del balón de gas. En el distrito de Saylla, por ejemplo, personas tuvieron que hacer colar en una planta envasadora debido a que el bloqueo de vías no permite el normal abastecimiento del combustible.
Una situación similar se vive en la ciudad de Chiclayo, en Lambayeque, donde hoy por la mañana algunos mercados lucieron prácticamente vacíos, debido al desabastecimiento. Algunos puestos optaron por cerrar ante el desolado panorama. El estallido social ha llevado a los comerciantes a exigir paz para seguir trabajando.
