En los años ochenta, la Universidad Nacional mayor de San Marcos vivió una de sus peores épocas cuando el terrorismo de Sendero Luminoso se apoderó de sus salones, pasillos y hasta de los alumnos. El caos y el desorden reinaron en la Decana de América, donde los terroristas irrumpían en las aulas a cualquier hora.
El 3 de noviembre de 1989, el grupo subversivo acabó con la vida de tres personas y dejó 15 heridos de gravedad, cuando perpetraron un atentado en la Plaza Manco Cápac del distrito de La Victoria. La mayoría de los explosivos fueron bombas caseras hechas con latas de leche.
El 16 de julio de 1992, la explosión de un coche bomba destruyó edificios y familias enteras cuando el grupo extremista tocó el corazón de Miraflores, en la cuadra 2 de la calle Tarata. Los residentes de la mencionada calle nunca pudieron olvidar los daños causados por el senderismo.
En ese mismo año, Sendero Luminoso atacó también a las comisarías con coche bombas cargados de dinamita. Locales de la Policía Nacional como la Prefectura y la Dirección de Personal de la Policía fueron blanco de los ataques subversivos que ocasionaron la muerte de personas inocentes.