Los delincuentes no cesan en sus fechorías y siguen ensayando nuevos métodos de robo. Ahora, aprovechan que la empleada del hogar está sola en casa, la llaman, se hacen pasar por el dueño del inmueble y con engaños, la convencen de sacar lo más valioso, luego le ordenan llevarlo a un lugar determinado donde la asaltan. Conozcamos las fechorías de los apodados ‘elegantes del teléfono’, quienes también extorsionaban con el cuento del familiar secuestrado.
El Dominical