La paz se ve lejana y es que Ucrania vive este 5 de marzo el décimo día de guerra desde que el pasado 24 de febrero cuando el presidente ruso Vladimir Putin lanzó ofensiva a gran escala contra esa nación.
El día de hoy, las tropas rusas han renovado sus bombardeos contra el puerto estratégico de Mariúpol, horas después de haber anunciado un muy esperado alto al fuego, con el objetivo de permitir la salida de civiles de la zona de guerra.
Ante el reinició de las hostilidades, las autoridades ucranianas denunciaron que los militares rusos no dejaron de disparar y lanzar ataques desde todos los flancos, por lo que los acusan de frustrar los planes para evacuar a los residentes, que en su mayoría son mujeres y niños.
Ante estas graves acusaciones, desde Moscú confirmaron que renovaron la "ofensiva" en el sureste ucraniano, que iba a ser objeto de un alto el fuego para evacuar a los civiles.
Esto solo confirma que la salida de los residentes quedó postergada en medio de acusaciones mutuas entre Kiev y el ejército de Rusia sobre incumplimiento del cese al fuego, dejando en un suspenso entre bombardeos y disparos a los muy necesarios corredores humanitarios.
