Ser sacerdote significa dejar toda una vida convencional y servir fielmente a Dios, pero las cifras señalan que en el mundo cerca de 100 mil religiosos decidieron dejar de trabajar por su iglesia y entregarse al amor de una mujer. En nuestro país, específicamente en Trujillo un sacerdote alemán ha dejado el hábito de lado para ser el compañero de una mujer, además de convertirse en un orgulloso padre de familia. Una hermosa historia por San Valentín.
De cura a padre de familia: el escándalo que remeció a la Iglesia Católica
Esta singular historia ocurrió en Trujillo.