La lucha libre es un espectáculo que requiere un gran entrenamiento físico y coordinación; sin embargo, no siempre todo sale como lo esperado. Un mal golpe, una caída imprevista, un derechazo no planeado puede costar la vida.
Este ha sido el caso de Eddy Guerrero, un luchador mexicano-estadounidense que fue coronado campeón mundial. Él fue hallado muerto en el cuarto de baño de la habitación del hotel Marriot en la ciudad de Menneapolis en Minnesota. Los médicos atribuyeron su muerte a su exigente rutina de entrenamientos.
Chris Benoit, otro de los luchadores, pidió licencia para solucionar unos problemas personales. Las siguientes noticias que se obtuvieron de él fue que asesinó a su esposa y a su hijo de siete años para luego qutarse la vida. Su muerte sirvió de crítica por el posible abuso de sustancias como los esteroides en la lucha libre.
Otra muerte que impactó el negocio de la lucha libre fue la fallecimiento de Owen Hart. El deportista debía descender al ring a través de una cuerda. La misma se rompió, y Hart cayó produciendose su muerte.
En el 2015, el hijo del conocido Pedro Aguayo, quien heredó su nombre de lucha de su padre ‘El Perro Aguayo’ falleció luego de que una patada lo tumbara contra una de las cuerdas. El golpe hizo que perdiera la consciencia y posteriormente le produjo su muerte.
