Una investigación reciente ha puesto en duda la noción ampliamente aceptada de que los gatos son animales asociales y distantes.
Este estudio revela que los gatos han experimentado cambios físicos y adaptaciones sociales a lo largo de su relación con los humanos, lo que sugiere que son seres socialmente incomprendidos en lugar de ser intrínsecamente distantes.
Durante miles de años, estos felinos han formado parte de la vida humana, convirtiéndose en compañeros y miembros de la familia en muchos hogares.
CAMBIOS
El estudio, llevado a cabo por un equipo de investigadores, comparó los cráneos de gatos domésticos contemporáneos con los de especies de gatos salvajes. Los resultados revelaron que el tamaño del cerebro de los gatos domésticos ha sufrido cambios significativos en los últimos milenios.
Estos hallazgos indican que los gatos han experimentado adaptaciones evolutivas en respuesta a su relación con los humanos. A medida que los gatos se han acostumbrado a vivir en entornos humanos, han desarrollado habilidades sociales y emocionales para interactuar más estrechamente con sus dueños.